Crítica de libros,  LIB

The 20-cm Schmidt-Cassegrain Telescope

Peter L. Manly,

The 20-cm Schmidt-Cassegrain Telescope: A Practical Observing Guide

[«El telescopio Schmidt-Cassegrain de 20 cm: guía práctica de observación»]

Cambridge University Press, ISBN: 9780521644419

 

Aunque el título de este libro carezca de significado para personas no iniciadas, se trata de una obra muy atractiva en el ámbito de la astronomía práctica, de la observación activa del cielo. La obra constituye un manual completo sobre cómo usar el modelo de telescopio más difundido en la astronomía amater de todo el mundo. Cada persona que adquiera un telescopio de este tipo haría bien en hacerse con su ejemplar de este libro que por ahora solo está disponible en lengua inglesa.

 

Telescopios no profesionales

Hay dos tipos de personas aficionadas a la astronomía: quienes solo leen libros sobre esta ciencia y quienes, además, se dedican a la observación práctica del firmamento. El gusto por la observación del cielo suele empezar por la contemplación del firmamento a simple vista, sigue con el uso de prismáticos y en bastantes casos acaba llevando a adquirir un telescopio. Con la bajada de los precios del mercado internacional de telescopios y con la subida del nivel de vida en España, durante los últimos años se ha multiplicado en nuestro país el número de personas que poseen su propio telescopio. El mercado ofrece telescopios de muchos tipos, pero el más conocido y vendido corresponde la configuración óptica Schmidt-Cassegrain y tiene 20 cm de diámetro. Con estos términos no se define una marca y un modelo concretos, sino un tipo general de aparato. Es como hablar de un coche diésel de 1800 centímetros cúbicos. Por supuesto, hay telescopios Schmidt-Cassegrain de 20 cm manufacturados por empresas distintas, y que se ofrecen en modalidades diferentes (motorizados o no, con accesorios diversos), pero el tipo fundamental de instrumento sigue siendo el mismo.

 

El sentido de una guía en forma de libro, estilo y nivel

El uso eficaz de un telescopio de estas características es algo complejo, y los manuales suministrados con ellos suelen ser muy pobres. Por eso el autor ha confeccionado una guía práctica de tamaño moderado en la que se tratan todos los asuntos que pueden interesar para el manejo de un telescopio de este tipo, se trate de una persona novata o experimentada. La utilidad y el interés de la guía vienen avaladas por el gran número de reimpresiones que ha necesitado desde su primera aparición en inglés en 1994.

Peter Manly, astrónomo profesional que mantiene viva la misma pasión de la comunidad amater por la observación del firmamento, ha escrito un libro muy claro, con explicaciones ordenadas, lenguaje sencillo y el nivel justo de tecnicismos. Si bien está diseñado para que una persona totalmente novata pueda leerlo sin dificultades, también será interesante para quienes cuenten con cierta experiencia. El autor conoce a la perfección el público al que se dirige, su grado promedio de formación y el estilo de lenguaje y nivel científico que debía dar al texto para hacerlo a la vez relevante y digerible por este público. En este sentido, creo que ha elaborado un producto inmejorable. Además, la obra está repleta de consejos prácticos basados en la experiencia directa del autor, lo cual confiere a las explicaciones un poder de convicción y una autoridad nada desdeñables.

 

Contenidos

Manly ha organizado el libro con mucha habilidad, colocando los temas en orden de dificultad creciente. Así se supera el posible temor a la complejidad de las operaciones que hay que realizar con el aparato, o a los detalles científicos involucrados. El libro es útil desde el mismo momento en que cualquiera abra el embalaje de su telescopio recién comprado, y con seguridad lo seguirá siendo durante los años siguientes.

El texto se abre con una síntesis histórica interesantísima sobre la evolución de este tipo de telescopio, un material difícil de encontrar y que hará las delicias de quienes posean de un Schmidt-Cassegrain de cualquier diámetro. En los capítulos siguientes, Manly va invitando a usar el telescopio de inmediato, apuntando a objetos sencillos tanto de localizar como de interpretar: la Luna, planetas, estrellas dobles, objetos brillantes… Los capítulos se van salpicando con comentarios sobre los accesorios más diversos (mapas, cartas estelares, etc.) y sobre técnicas y trucos de observación. Poco a poco, el autor nos conduce a tareas desafiantes, como la observación de objetos difusos y la de otros astros más escurridizos.

A partir del capítulo 6 se tratan asuntos diversos que pueden calificarse como «de profundización»: accesorios no usuales, asociaciones amater, proyectos científicos con fines más ambiciosos que el simple deleite visual, astrofotografía y el uso de aparatos electrónicos tanto para la observación como para el control de los instrumentos.

Los apéndices no tratan en absoluto sobre asuntos secundarios y, en mi opinión, algunos de ellos podrían haberse convertido en capítulos por derecho propio. Ojalá me dieran unos euros por cada vez que alguien me ha pedido consejo sobre cómo alinear la óptica de su telescopio: pues bien, he aquí el apéndice 3, donde se explica el procedimiento con todo detalle. Otros apéndices (como el 2, por ejemplo) tratan otras cuestiones similares, del tipo de las que suelen surgir pero que hay que resolver sin ayuda o recurriendo a amistades con experiencia. El apéndice 1, muy ligado a la realidad estadounidense, requeriría una adaptación integral al mundo hispanohablante en caso de traducirse el libro al castellano, lo cual, por ahora, no ha ocurrido.